Oengus Mac Og……Me llamo alegría Infinita

Oengus Mac Og , a veces sólo llamado «Mac Og,» es el dios irlandés del amor hijo de An Dagda y Boann, Diosa del Rio Boyne. Su hogar está establecido en Brú na Bóinne (New Grange). Es el eterno joven, de ahí su apelativo «Mac Og».

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Me llamo Alegría Infinita y también me llamo Amor. Soy Oengus Mac Og, dios de la juventud y la belleza, la poesía, el amor y la imaginación. Mi padre, El Dagda Mór, es uno de los reyes de los Tuatha Dé Danaan. Somos los más antiguos moradores de Irlanda; de los que nos precedieron solo quedan los nombres. Llegamos huyendo de los hielos  que habían cubierto Hiperbórea y vencimos a los Fomoré, los gigantes marinos. Pero Ith hijo de Breogán, rey celta de Aengus3Galicia, visito Irlanda y unos Tuatha le mataron. Y los gaélicos vinieron con cinco barcos a vengarse. Nos derrotaron en la batalla mágica de Tailtiu gracias al poema místico cantado por Amergin, así que llegamos a un pacto: los gaélicos se quedarían con la tierra de Irlanda y para nosotros seria el Reino Subterráneo de los túmulos y los megalitos y las islas lejanas.

 Un poema dio Irlanda a los gaélicos y un cambio de nombre certificó su propiedad: erainn, ellos y Eire, la isla. Entre los celtas la Palabra era fundamental. Los Fíli y los Banfíli, los hombres y mujeres que cantaron estas gestas en sus poemas, venían después de los nobles en la jerarquía social. Sus versos levantaban el honor de reyes y guerreros, pero sus sátiras los hundían en la deshonra. Su poder estaba en la palabra.

 Yo nací después. Mi historia se explica en la más bella e intensa epopeya de amor de Irlanda: El cortejo de Etaine. Soy hijo del amor que el Dagda sintió por Eithmé-Boann esposa de Elcmar. Mi madre me puso al cuidado de Mider. El me educó. Cuando supe de mi real origen, reclamé a mi padre la posesión de un castillo y me concedió el Bruig na Bóinne, o New Grange, el más famoso de los túmulos de Irlanda. Pero suelo ir por los campos ligero como el viento y una corona de pájaros cantores vuela constantemente alrededor de mi cabeza: son mis mensajeros del Amor, Alegría y Poesía.

Hace mucho ayude a mi padre adoptivo Mider a conseguir la mano de Etaine, hija de Ailill, rey gaélico del nordeste de Irlanda. Pero Fuamnach, la esposa airada de Mider, convirtió a Etaine en charca de agua. Al desecarse, la charca se transformó en una larva que produjo un insecto púrpura, el más bello de toda la tierra. Mider continuó cuidando de la mariposa Etaine. No había amor más grande. Pero Fuamnach lanzó un viento druídico que arrastró a Etaine. Y erró por los aires hasta que transcurrieron siete años. Entonces cayó sobre mi pecho, la recogí en un pliegue de mi capa y la conduje a mi refugio soleado. La atendí con hierbas verdes y hermosas, llenas de flores, hasta que volvieron su alegría y sus colores. Sin embargo, Fuamnach la descubrió y destruyó mi refugio de cristal con uaengus2n tornado mágico, que se llevó al insecto por los aires hasta que cayó en la copa que la mujer de Etar se disponía a beber.

Así es como Etaine fue concebida en su seno y volvió a nacer. Fue la joven mas bella de toda Irlanda y la casaron con Eochaid Aireainn, rey de la isla, que la llevo a Tara, la capital. Cuando Mider encontró su rastro, se presentó en la sala real, tomó a la mujer con su brazo y la llevo consigo a través del techo de la casa. Los guerreros acudieron avergonzados al lado del rey. Vieron a dos cisnes que se alejaban de Tara, sobrevolando la llanura. Tardaría siglos en conocer el mundo otro amor igual.

Desde entonces inspiro a poetas, bardos y gentes de Irlanda. Sin embargo, durante incontables generaciones sombrías no fue así. El país se ahogaba bajo el yugo extranjero y sus hijos morían de hambre o se exiliaban, y los que quedaban perdían la memoria y hasta su propia lengua, la Palabra que les había dado pleno dominio sobre su tierra.. En toda mi nación no había recuerdo de mí. Vagando por las colinas del país estaba, en verdad, solo. Era el dios desolado a quien se prohibía proferir su risa de felicidad. Era la conciencia de Irlanda, demasiado tiempo dormida, hasta que Stephens, Yeats y otros muchos como el me llamaron y nos devolvieron a la vida, a los Tuatha Dé Danaan, los antiguos dioses, a las hadas y a toda la gente pequeña, a los héroes y poetas, a las reinas y reyes. Y, salvados, viviremos mientras los celtas recuerden nuestros nombres. Siempre, la Palabra

Y ocurrió entonces que un puñado de hombres y mujeres se acordaron de los dioses. Los llamaron y estos acudieron. Porque los dioses necesitan ser llamados para poder ayudar a los humanos. Oengus Mac Og vino el primero, radiante, images098sonriente como la mañana temprana cuando los brotes despiertan, y a sus labios acudía una canción en vez de palabras. A su encuentro salieron todos los Tuatha Dé Danaan, el Dagda Mór Padre de las Estrellas, los grandes amantes, Etaine y Mider, y hasta Dana, la serena Madre de los Dioses; los antiguos reyes y reinas, Conchobar, Cuchulainn y los ulates, Finn, su hijo Oisin y sus fianna victoriosos de mil combates, los leprecauns acaudillados por sus reyes, todos estaban allí.

 Los Durmientes de Erinn se habían levantado y avanzaban cantando “Venid a nosotros, vosotros que no sabéis donde estáis, vosotros que vivís entre extraños, en la morada del desaliento y la hipocresía. Venid a nosotros, amantes de la vida y la felicidad. Oh, hombre…. ¡Libérate! Porque el baile a comenzado alegre, el viento resuena en la colina, el sol ríe por el valle y el mar brinca sobre los guijarros, jadeando de placer, danzando, danzando de placer…!”

Luego volvieron otra vez, cantando y bailando, al país de los dioses…….  Irlanda se había salvado

Revista Altair -Irlanda – Monográfico

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