El solsticio de invierno ha sido considerado desde tiempos inmemoriales como el día del triunfo de la luz sobre la oscuridad. Diversas culturas europeas reflejan este hecho en sus mitos, representando la batalla entre la luz y la oscuridad, entre el Dios de la Vida y el de la Muerte, entre el Dios Verano y el Dios Invierno…..
Varios son los Dioses de Europa que simbolizan la luz del Sol o el propio Sol: en las tierras celtas tenemos a Lugh (dios panceltico que simboliza la luz del sol) y a Bel-Belenos-Baelistos, que simboliza el Sol propiamente dicho; Helios y Faetón en la cultura griega; el Dios Sol (invictius) para los Romanos; Sunna, la Diosa Solar nórdica o el caballo Skínfaxi, que tiraba del carro de Dagr (día) e iluminaba el mundo con el brillo de su crin; Dazhbog, Dios del Sol eslavo; Beiwe, Diosa solar saami, que viaja con su hija Beiwe-Neia a través del cielo en un habitáculo cubierto por huesos de reno, haciendo que las plantas se vuelvan verdes después del invierno para que los renos tengan que comer; Usil, Dios del Sol etrusco………fuera de europa tambien tenemos Dioses solares como Mitra en los mitos persas, el Dios Ra egipcio, el Dios Utu/Shamash semítico, Surya en la mitología hindú, Tonatiuh en los mitos méxicas, Kinich Ahau entre los mayas, Wi entre los Lakotas y otras tribus de norteamerica, Saranik para los esquimales…..
Así pues, siendo el Sol humanizado uno de los principales dioses de los distintos panteones, podemos asegurar que los solsticios eran celebraciones muy importantes para los antiguos pueblos pre-cristianos del orbe.