Muchos mitos irlandeses son poco conocidos. Muchos mitos no son estudiados u honrados ni por el más devoto druida irlandés. Cuando pensamos en el mito Irlandes, tendemos a pensar en los relatos de héroes como Cu Chulainn, Fionn o Bran. Podemos pensar en Tain, en la llegada de los hijos de Mil o en la segunda Batalla de Moytura. Sin embargo, esos relatos son una pequeñísima parte de la gran tradición que se conservaba en los días antiguos. Allí se esconde el “cuerpo” de la Tradición, enterrado en la isla esmeralda, una tradición maravillosa de la que únicamente utilizamos una parte. Cuando conocemos la vastedad de folclore y tradiciones irlandesas, empezamos a darnos cuenta de que los relatos se contradicen; esto es debido al aislamiento de ciertos relatos en una localización o localidad específica, y también y más a menudo, esto es debido a como se van “adornando” a medida que pasa el tiempo. De hecho, es en esos relatos que están restringidos a un área determinada donde aparecen a menudo las grandes historias que no suelen incluirse en los volúmenes de “Leyendas y Tradiciones Irlandesas”. Debido a que estos relatos se refieren a los acontecimientos de un único pueblo, lago o megalito, se considera que carecen de interés para el lector aficionado a los mitos. Pero como druidas que somos, y como druidas de tradición Irlandesa, nos esforzamos por entender todo lo que podemos con el fin de crear en nuestras mentes y nuestro corazón un gran amor y entendimiento por la cultura que reverenciamos. Si descartamos alguna de las historias “sin importancia” estamos descuidando una de nuestras búsquedas fundamentales como druidas, la búsqueda del conocimiento. Hay un “panteón desconocido” de Dioses, Diosas y Héroes, que son tan importantes como aquellos que descubrimos en el panteón popular Irlandés.
Cuando hablamos de deidades poco conocidas, recordamos que hay una Diosa llamada Áine. Ella es una divinidad local de la provincia de Munster. Áine es Diosa del sol y de la vida que nace de la luz, y rige esa época del año, la época de Mean Samraidh (Solsticio de verano). Su nombre, Áine, significa “delicia luminosa, armonía, brillo, resplandor y gloria”. Áine es reina del Sidhe además de ser Diosa local de la región del Munster, particularmente del área de Limerick. Su lugar sagrado es la Colina de Cnoc (conocida como Knockainey), Lough Gur, un gran lago cerca de su colina, así como varios megalitos que rodean el lago. Los posibles orígenes de Áine son como hija de Eogabail, hijo adoptivo de Mannanan Mac Lir, o como hija del propio Mannanan.
Es descrita a menudo como una Diosa Lunar, pero tiene muchas asocicaiones solares, principalmente con la luz de la mañana y con el amanecer del año. Sus asociaciones solares son evidentes en una version de la tradición, donde se dice que era la esposa de Mannanan , y que el amanecer vendría en cuanto ella se irgiera de su cama (el Mar). Siendo una Diosa de soberanía, es también patrona del amor y la fertilidad. Algunos afirman que es la misma deidad que Anu, Ana, Danu, e incluso que Morrigan. Sin embargo, Peter Berresford Ellis duda de las conexiones existentes entre esas Diosas, como yo misma, que creo en la individualidad de la Deidad. A veces, algunas deidades conectan con la teoría del “aspecto general” a través de las interpretaciones de las tradiciones paganas modernas donde se indica que los distintos dioses son uno solo que contiene todos los aspectos.
Lough Gur y Cnoc Áine son la version provincial del Axis Mundi encontrado en Uisnech en Meath, dando a Áine su título de Diosa de Munster. Lough Gur está fuertemente asociado con la fertilidad. Según una leyenda local, cada siete años el lago decrece revelando un maravilloso árbol del Otro Mundo que tiene el poder de reverdecer la tierra entera.
Hasta mediados del siglo XIX la gente de las localidades cercanas la honraban fielmente en la víspera del solsticio de verano. La gente encendía antorchas hechas de heno o paja y las llevaban en procesión alrededor de la Colina Sagrada de Cnoc Áine. Después corrían con ellas por entre los campos y el Ganado para bendecirlos con Buena suerte y salud. El fin de semana siguiente a Lughnassad estaba reservado para honrar a Áine en algunas localidades, donde las gentes se abstenían de ir mar adentro durante su fiesta sagrada. Áine es la Diosa del amor y del amanecer, y a menudo tienta a los hombres mortales para que vayan a su palacio, situado bajo la superficie del lago. Solía sentarse en una piedra llamada Suidechan, “la silla del parto”, peinando su largo pelo rubio con un peine dorado. La visión de la Diosa enloquecía a los hombres de amor, y no descansaban hasta que podían verla otra vez, como solía ocurrir. Se cuenta que el Rey de Munster, Ailil Olom, enloquecido de amor por la Diosa, intentó forzarla. La Diosa lo mató con su magia.
Esta es una oración que se ofrece a Áine en las vigilias de la mañana. Es una versión “repaganizada” de Mike Nichols, de una oración del Carmina Gadelica.
Runa de la Mañana
Te doy las gracias, mi Señora, por
Traerme desde la belleza de la noche
A la alegre luz de este día,
Para obtener amor, conocimientos y poder,
Por comprender tus secretos más profundos.
Te ofrezco mis elogios, gentil Diosa
Por las bendiciones que derramas sobre mí
Mis pensamientos, mis palabras, mis obras, mis deseos
Y te encargo
protegerme del daño,
ampararme de lo dañino,
alejarme del mal,
para enseñarme tus misterios,
Oh, Señora de todos los Misterios!
Concédeme la sabiduría y la magia.
Permite que los Luminosos me reclamen,
Y protégeme en el Mar y en la Tierra,
Y llévame paso a paso,
A los Consejos de las Cuatro Ciudades,
La magia de las Cuatro Ciudades!
La colina sagrada de Cnoc Áine esta todavía impregnada de las energías de esta Diosa brillante, y con cada ascenso del sol, el amanecer sigue dedicado a su belleza. Podemos experimentar la belleza de Áine cada día, podemos viajar a su lago sagrado y a sus Colinas de Munster, porque ella es la tierra y la vida que surge de ella.