El alfabeto céltico Ogham se encuadra dentro de la mística de la cultura celta. Debido a su singularidad, se dice que el Ogham fue un regalo del Dios Ogimos=Ogma, el Dios de la elocuencia, miembro del pueblo de los Tuatha de Danaan.
El origen de Ogham es un completo misterio. No se sabe donde ni cuando apareció, ni en que momento se empezó a usar. Julio César, que vivió en el siglo I aC, menciona el uso del Ogham por los druidas de la Galia, pero los arqueólogos no han encontrado tallas de Ogham anteriores al año 300 o 500 antes de la era común (parece ser que fue usado hasta los siglos III al VI d. C). Este lapso de tiempo del cual no hay referencias oghámicas es un misterio, pero es aún más misterioso que no se hayan encontrado restos de Ogham en Francia.
Pero…..¿Qué sabemos sobre el alfabeto Ogham y la gente que lo utilizaba?
En un principio, el alfabeto Ogham constaba de veinte caracteres, a los que tarde se añadieron algunos caracteres adicionales mucho más complejos. Los caracteres recibieron nombres de árboles o plantas y se diseñaron específicamente para ser tallados en piedra y madera. A partir de una línea, que solía ser el borde de la pieza de madera o piedra, se tallaban los caracteres. Los escritos en ogham se leen de abajo hacia arriba o, en algunas raras ocasiones, de derecha a izquierda.
La necesidad de una línea implicaba una importante limitación para este alfabeto, dada la imposibilidad de realizar extensos escritos que fueran medianamente manejables con esa escritura. Esto podría justificar el hecho de que esta escritura se encuentre básicamente en lápidas o piedras de límites. Las piedras de limites, unos pilares de piedra que miden desde 1.80 hasta 2.70 metros, son muy comunes en Irlanda y Gran Bretaña. También se han encontrado inscripciones de ogham en España, aunque no es un hecho común.
Aunque hay quien cree que existía algo parecido a un táball-lorg, o “asociación de poetas”, no hay ninguna prueba, ni siquiera indicios, de que el Ogham se utilizara en la poesía o para la adivinación o propósitos mágicos. Por el contrario, sumando la observación de Julio César, no hay evidencias de que el Ogham fuera usado alguna vez por los druidas o bardos. Julio César dio dos razones por la que los druidas tenían aversión a la escritura: en primer lugar, compartir sus conocimientos en forma escrita pondría en peligro su prestigio y estilo de vida; los druidas no eran magos en el sentido popular del término. Eran hombres con grandes conocimientos, con una profunda educación e inteligencia. En segundo lugar, tenían miedo de perder su notable capacidad para recordar, que ejercían memorizando conocimientos, historias y poesías.
Hay varias teorías sobre los orígenes de Ogham. Algunas de ellas son pura exageración, mientras que otras no coinciden en absoluto con los descubrimientos arqueológicos y con lo que sabemos acerca del Ogham
Una teoría realmente inverosímil es la que dice que el Ogham se inicio como una especie de lenguaje de signos. Esta idea esta basada en que las incisiones de ogham tienen un máximo de cinco líneas, como los dedos de la mano. Otra teoría que equipara el ogham con la aparición de las runas futhark germánicas, que aparecieron alrededor del 150-200 de nuestra era, no es compatible con la datación del ogham dado el contexto histórico.
Aunque geográficamente las islas británicas están alejadas de Grecia, se considera que el alfabeto griego podría tener relación con el ogham. Se sabe que existió un comercio activo entre los celtas de Irlanda y los griegos, lo que implica también un intercambio de ideas y filosofías. Si observamos de cerca las muescas del Ogham, éstas se asemejan a surcos; existen ejemplos que relacionan la escritura común griega con los surcos provocados por la labranza de un campo. (por cierto, la palabra griega para denominar “surco” es Ogmo). Esta teoría está apoyada también por el hecho de que algunos de los caracteres están asociados con árboles que existen en Europa Central, pero no en las Islas Británicas.
Es bastante acertado suponer que los celtas utilizaron el alfabeto griego, del cual derivo el nombre del alfabeto Ogham, como base para desarrollar los caracteres Ogham en una época temprana, en algún lugar de Europa Central, y que con el tiempo llegó a la Galia, donde fue observado por Julio César para pasar, finalmente, a las Islas Británicas. Una buena pregunta podría ser ¿por qué no se encuentran mas ejemplos de Ogham en el continente europeo, excepto en casos aislados? ¿Quizá esta escritura mística inspiró tanto temor a los Romanos que se inició una eficaz “caza de brujas” que tuvo como consecuencia que la gran mayoría de inscripciones Ogham fueran destruidas? A pesar de que no hay evidencias de esta teoría, no deja de ser curioso que las inscripciones Ogham se encuentren en zonas libres de influencia romana.
Con la llegada del cristianismo, el uso de Ogham se consideró un legado pagano, y poco a poco cayó en desuso. Gracias al Libro de Ballymote, del siglo XIV, al que se considera la piedra Rosetta de Ogham, y a las piedras Ogham halladas, (como por ejemplo la piedra Aghascrebagh en Creggan, ver foto superior), los investigadores fueron capaces de traducir Ogham.
Un último apunte; el ogham, no es una traducción símbolo-letra, si no que es una traducción símbolo-sonido. La magia, por denominarla de algún modo, vive en el sonido……