El honor es la primera de las seis virtudes célticas tradicionales. El honor es la cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo. Asimismo es la gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas, la cual trasciende a las familias, personas y acciones mismas de quien se la granjea. El honor también se puede traducir como hacer lo correcto. Para los druidas antiguos y el mundo celta, honor es «enech», que se puede traducir como “cara».
Así pues para los antiguos, tener honor era tener rostro en su comunidad, en la sociedad y este concepto va unido a la idea de la reputación. En el druidismo actual, para aquellos que pertenecen a una orden druídica, el honor es importante porque el individuo que procede de una orden, cuando habla, habla en representación de la orden. Todos sus hermanos de tradición son expuestos a la opinión y al juicio a través de sus acciones y palabras y sobre todo, porque es representante de los valores que la hermandad y que el druidismo mantienen. Cuando un individuo pertenece a un clan o hermandad espiritual, interactúa con otras órdenes, otros clanes y con otras filosofías de vida y con gente ajena al druidismo. Así pues, la importancia del honor de una persona que pertenece a un clan o tribu es grande. Alguien que pertenece a un clan en concreto se hermana con el resto de personas que pertenecen a él, por lo que están ligados entre ellos. Sus acciones, por lo tanto, no sólo afectan a su propia persona sino por extensión a todos los miembros de su clan. Al fin y al cabo, el resto de personas de su clan son parte de su propia vida y por lo tanto forman parte de su responsabilidad. Igualmente, el grupo, el clan, responde por los actos de cada uno de sus miembros. Antiguamente, los celtas tenían un código según el cual, cuando un individuo delinquía y era castigado, si no podía hacerse cargo de la multa o de la pena, el clan era el que se hacía cargo de la misma. Por lo tanto, la pérdida del honor, y asimismo de alguna de las otras virtudes que marcan a un individuo (ya que la pérdida del honor es la pérdida de cualquiera de las otras virtudes y la adquisición del honor es la supremacía en las otras virtudes) afectan a todo el clan. Es por esto que para mantener el honor, sea necesario para el individuo mantener su reputación. Esto es, vivir en base a una serie de virtudes, a un comportamiento ético.
En el caso del druidismo, no hablamos de ser «políticamente correctos» u ocultar nuestras acciones que puedan ser mal vistas en sociedad: es mantenerse en un camino que sea conducido por la honestidad, por la justicia, por la hospitalidad, por la lealtad y el coraje. Más allá de esto, incluso, es mantenerse en el triple camino druídico: Verdad, Conocimiento y Naturaleza. Fuera de otras normas sociales actuales, el honor de una persona, y por extensión, el de su clan, se ver reforzado al seguir estos valores éticos y no otras normas sociales.
Visto lo expuesto, el honor es el resultado de las otras virtudes mencionadas y cuando faltan otras virtudes, quien se ve directamente repercutido es el honor. No es una virtud personal, sino social, por lo que quien se ve afectado principalmente y donde se define es en el interior de un clan, tribu, orden religiosa o cualquier otro tipo de asociación social. El honor, tanto en el mundo antiguo como en el actual, es importante, ya que es lo que nos define ante los nuestros e igualmente define cómo representamos a nuestro clan frente a los demás. En el caso de un seguidor druídico, el honor se demuestra fundamentalmente con su Clan. Ellos saben cuáles son los valores por los que un seguidor druídico rige su vida y saben cuándo alguien actúa con verdad.